Los fiscales acusaron a dos hombres por su participación en la operación de un esquema internacional que llevó al robo de 650 millones de dólares y a la "desaparición" de los fondos de los inversores en activos digitales.
Michael Shannon Sims, de 48 años, de Georgia y Florida, y Juan Carlos Reynoso, de 57 años, de Nueva Jersey y Florida, fueron acusados el martes de conspiración para cometer fraude electrónico y conspiración para cometer lavado de dinero, informó el Departamento de Justicia de EE. UU.
Sims fue fundador y promotor de OmegaPro, mientras que Reynoso dirigió las operaciones de la empresa en América Latina y Estados Unidos.
Ambos enfrentan hasta 20 años de prisión por cada cargo si son condenados.
La pareja prometió rendimientos desproporcionados y en cambio malversó millones de dólares, según un comunicado del fiscal federal W. Stephen Muldrow para el Distrito de Puerto Rico.
"Seguimos comprometidos a desmantelar esquemas financieros internacionales que tienen como objetivo a víctimas estadounidenses — incluyendo aquí en Puerto Rico — y a recuperar los ingresos ilícitos mediante procesos penales y decomisos de activos", dijo Muldrow.
Los fiscales indican que Reynoso y Sims operaban OmegaPro como un esquema de marketing multinivel, donde los clientes podían comprar "paquetes de inversión" que generarían retornos del 300 % en 16 meses a través del comercio de divisas extranjeras. Se les indicó comprar esos paquetes usando criptomonedas, dijeron los fiscales.
La pareja, junto con co-conspiradores, supuestamente buscaba mostrar su riqueza en parte publicando sobre autos caros, vacaciones y ropa, y también organizaban eventos "lujosos" a nivel mundial, incluyendo mostrar el logo de la empresa en el Burj Khalifa, el icónico rascacielos de Dubái y el edificio más alto del mundo.
"El objetivo de estos eventos promocionales supuestamente era convencer a los inversores existentes y prospectivos de que OmegaPro era una empresa legítima que ofrecía un camino hacia la riqueza y un estilo de vida lujoso", dijeron los fiscales.
Posteriormente, OmegaPro afirmó haber sufrido un hackeo, pero Reynoso y otros tranquilizaron a los inversores asegurando que sus inversiones estaban seguras y serían transferidas a otra plataforma. Sin embargo, los inversores no pudieron retirar dinero de ninguna de ellas, y los fondos fueron enviados a una dirección de billetera cripto controlada por los ejecutivos de la empresa, alegaron los fiscales.
"La División Criminal está comprometida a enjuiciar a estos actores maliciosos y a buscar justicia para sus numerosas víctimas", dijo Matthew R. Galeotti, jefe de la División Criminal del Departamento de Justicia, en el comunicado. "Gracias al trabajo dedicado de nuestros socios de agencias múltiples y de la policía internacional, lideramos los esfuerzos para combatir estas complejas e insidiosas estafas a inversores en activos digitales."