Hace apenas dos semanas, fuimos testigos de la adquisición más grande de la industria cripto hasta la fecha: el gigante de pagos estadounidense Stripe, valorado en alrededor de 70 mil millones de dólares, adquirió Bridge, una plataforma de pagos enfocada en stablecoins, por una impresionante suma de 1,1 mil millones de dólares. Aprovechando este impulso, Bridge adquirió a Triangle a principios de esta semana, una plataforma de billetera como servicio web3 que permite a las aplicaciones incorporar usuarios sin problemas a la blockchain. En las últimas semanas y meses, la lista de acuerdos notables de fusiones y adquisiciones en cripto ha seguido creciendo. Robinhood compró Bitstamp por 200 millones de dólares, Crypto.com adquirió Watchdog Capital para expandirse en acciones, Komainu respaldada por Nomura adquirió al custodio cripto con sede en Singapur Propine Holdings, Matrixport se hizo cargo de Crypto Finance AG y Bitwise adquirió ETC Group mientras también entraba en un acuerdo con Osprey Funds para fusionar sus fondos de bitcoin. Pero, ¿qué está provocando esta locura de fusiones y adquisiciones? Una mezcla de factores estratégicos y impulsados por el mercado, me dijeron personas del sector.