Cardano (ADA) suele denominarse la "cadena de bloques de tercera generación". La primera generación, Bitcoin, funciona con un modelo de prueba de trabajo y se utiliza principalmente como reserva de valor. La segunda generación, Ethereum, introdujo los contratos inteligentes, pero se enfrentó a limitaciones de escalabilidad. Basándose en estas dos, Cardano mejora la arquitectura de la cadena de bloques y los mecanismos de consenso para abordar cuestiones como la escalabilidad, la interoperabilidad y la sostenibilidad.
La arquitectura única de dos capas de Cardano separa el libro de valores de las cuentas de las operaciones detrás de ellas. Esta estructura mejora la flexibilidad y la escalabilidad de los contratos inteligentes. La capa de liquidación de Cardano (CSL) se utiliza para transferir ADA, la criptomoneda nativa de Cardano, mientras que la capa de cómputo de Cardano (CCL) se encarga de la ejecución de los contratos inteligentes, lo que garantiza transacciones más eficientes.
Cardano también presentó Ouroboros, el primer algoritmo de prueba de participación (PoS) demostrablemente seguro. Es el primer protocolo de cadena de bloques que se basa en investigaciones académicas revisadas por pares, una característica definitoria que distingue a Cardano de otras cadenas de bloques.
Lo anterior es sólo una introducción y no pretende ser un consejo de inversión.