La cámara baja del parlamento ruso ha aprobado un proyecto de ley que establece el 1 de septiembre de 2026 como fecha de lanzamiento del rublo digital, incluso cuando una nueva encuesta muestra que la mayoría de los rusos se resisten a utilizar la moneda digital del banco central.
Las monedas digitales de los bancos centrales, o CBDC, son formas digitales de la moneda fiduciaria de un país, emitidas y respaldadas por el banco central. A diferencia de las criptomonedas descentralizadas como Bitcoin, las CBDC son gestionadas por entidades soberanas, lo que significa que el banco central controla su oferta, distribución y transacciones.
Una encuesta reciente realizada por VTsIOM, de gestión estatal, reveló que el 51% de los encuestados no estaban dispuestos a adoptar el rublo digital, mientras que solo el 35% dijo que lo probaría. Cuatro de cada 10 encuestados no vieron "ningún beneficio", y las preocupaciones iban desde la seguridad de los datos (12%) hasta la vigilancia gubernamental (8%). Solo el 7% se sentía bien informado sobre el proyecto.
Según el proyecto de ley aprobado el martes, los comerciantes con ingresos anuales superiores a 120.000.000 de rublos deben aceptar los pagos en rublos digitales a partir del 1 de septiembre de 2026. Las empresas medianas tienen hasta 2027, y todas las demás hasta 2028. La ley también exige un sistema de pago universal gratuito con código QR gestionado por el Sistema Nacional de Tarjetas de Pago, operador de la red Mir de Rusia.
La legislación aún requiere la aprobación del Consejo de la Federación y del Presidente Vladimir Putin, pasos que se consideran de trámite. Los legisladores dijeron que el despliegue gradual y el mandato del código QR reducirán las comisiones e impulsarán la adopción, aunque los pequeños comerciantes sin acceso a Internet y aquellos con menos de 5.000.000 de rublos en ventas anuales están exentos.
El Banco Central de Rusia ha estado probando pilotos de consumo para su CBDC desde 2023 e inicialmente planeó lanzar el rublo digital el 1 de julio de 2025, promocionando la CBDC como una forma de modernizar los pagos y reducir la dependencia de las redes occidentales en medio de las sanciones. El lanzamiento se retrasó finalmente debido al rechazo de los comerciantes y bancos como Sberbank.