Según Forbes, Hungría implementó oficialmente una de las regulaciones de criptomonedas más estrictas del mundo el 1 de julio, lo que obligó a muchas grandes empresas de tecnología financiera a suspender temporalmente los servicios relacionados y, potencialmente, a categorizar las actividades de comercio de activos digitales de cientos de miles de ciudadanos como delictivas. Este importante cambio de política ha causado confusión y preocupación generalizadas en el sector de la tecnología financiera.
El banco digital Revolut, con sede en Londres, anunció: "Estamos suspendiendo temporalmente los servicios de criptomonedas en Hungría con efecto inmediato hasta nuevo aviso". Revolut tiene más de 2 millones de usuarios en Hungría. La compañía declaró que está "trabajando para reanudar los servicios lo antes posible", pero no proporcionó un cronograma específico para la reanudación. Esta suspensión cubre todas las nuevas compras de criptomonedas, las actividades de staking y las operaciones de recarga, aunque los usuarios aún pueden vender sus tenencias existentes y retirar algunos tokens a billeteras externas. Los demás servicios bancarios de Revolut no se ven afectados.
Las nuevas regulaciones húngaras han introducido dos nuevos delitos penales: "Abuso de criptomonedas" y "Prestación de servicios de intercambio de criptomonedas no autorizados". Según el código legal enmendado más reciente de Hungría, las personas que utilicen servicios de comercio de criptomonedas no autorizados pueden enfrentarse a hasta dos años de prisión por actividades básicas de transacción; si el monto de la transacción supera los 50 millones de florines húngaros (aproximadamente 140.000 $), la pena máxima puede ser de tres años; si supera los 500 millones de florines (aproximadamente 1,4 millones de $), la pena máxima puede ser de cinco años.
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