La Fundación Ethereum "descentralizada" ha comenzado a despedir a su personal.
A principios de junio, la Fundación Ethereum (EF) anunció su primera ronda de despidos públicos y reorganizó su equipo de investigación y desarrollo de protocolos (PR&D), renombándolo como Protocol y centrándolo en tres áreas principales: expansión de la capa 1, disponibilidad de datos y experiencia de usuario, despidiendo a más de diez personas.
EF afirmó que esta medida tenía como objetivo mejorar la eficiencia y el enfoque estratégico, pero esto provocó una fuerte reacción en la comunidad: el desarrollador principal Peter Szilagyi afirmó que "los desarrolladores son el activo más importante", Multicoin cuestionó los objetivos conflictivos de EF, y un ejecutivo de a16z declaró públicamente que el modelo de fundación ya no era adecuado.
Esta reestructuración organizativa es una respuesta de EF a los problemas de larga data que se le han criticado: "falta de claridad en la dirección, baja eficiencia en la ejecución y centralización en la gobernanza".
Aunque Vitalik ha estado ausente en roles de gestión durante mucho tiempo, su posición sigue siendo objeto de controversia: ¿es un guía de la ruta o un decisor con poder real?
Al mismo tiempo, el investigador Danny Ryan y el desarrollador principal Eric Conner han dejado la organización, y el ascenso de Aya a presidenta de la fundación también se ha visto como una "promoción encubierta".
La discusión más profunda gira en torno a si una fundación sin fines de lucro sigue siendo adecuada para respaldar una red global como Ethereum.
Instituciones como a16z están pidiendo que se reemplace la fundación tradicional por una estructura empresarial más responsable y de mercado, enfatizando que la motivación por medio de tokens, la eficiencia operativa y la gobernanza transparente son los caminos reales para alcanzar la "próxima generación de descentralización". Ethereum se encuentra en una encrucijada crucial.