A finales de la década de 1990, Matthew Green @matthew_d_green, entonces estudiante de informática, planteó una pregunta crucial:
Si la encriptación no puede resolver realmente el problema de la privacidad, ¿es realmente protección?
En 2013, se unió a Eli Ben-Sasson, Ian Miers y otros para proponer el protocolo Zerocash.
Construido sobre zk-SNARKs (Zero-Knowledge Succinct Non-Interactive Arguments of Knowledge), este protocolo permitió transacciones completamente privadas en la cadena sin revelar detalles de la transacción, abriendo un nuevo camino para la privacidad digital.