A menudo hablamos de las bioespecímenes en el contexto del avance de la ciencia, pero su impacto va mucho más allá del laboratorio.
Cuando las regiones invierten en infraestructura de biobancos y accesibilidad a las bioespecímenes, no solo están apoyando los avances médicos, sino que están sentando las bases para que prosperen los ecosistemas biotecnológicos locales. Estas muestras impulsan nuevos proyectos de investigación, atraen asociaciones con la industria farmacéutica, crean empleos de alta cualificación y abren las puertas a la innovación local.
Pero la falta de inversión, los sistemas fragmentados, la visibilidad limitada y los procesos de adquisición ineficientes a menudo impiden que las bioespecímenes alcancen todo su potencial.
Cuando las instituciones locales pueden conectar fácilmente sus inventarios de biomasas a una red más grande, los beneficios se extienden. Más colaboración, más financiación, más innovación en casa. Ese es el tipo de impulso que estamos construyendo con AminoChain.
Por lo tanto, no se trata solo de acelerar la ciencia. Se trata de fortalecer los sistemas de atención médica y construir una innovación sostenible desde cero.