A principios de 2025, Corea del Sur inició en medio de la agitación política y la presión regulatoria, con una disminución en los volúmenes de negociación a medida que el mercado de criptomonedas maduraba. Para finales de 2024, el intento del entonces presidente Yoon Suk-yeol de declarar la ley marcial fracasó, lo que llevó a una inestabilidad económica. En el primer trimestre de 2025, los reguladores financieros investigaron las bolsas de criptomonedas y levantaron la prohibición sobre las cuentas de negociación corporativas. A pesar de la disminución en el volumen de negociación, la tasa de adopción de criptomonedas alcanzó un nuevo máximo. El 1 de enero, se pospuso el impuesto del 20% sobre criptomonedas hasta 2027. El 14 de enero, una declaración conjunta de EE. UU., Japón y Corea del Sur advirtió sobre los ataques de piratería de criptomonedas de Corea del Norte. El 15 de enero, la Comisión de Servicios Financieros (FSC) de Corea del Sur pospuso la decisión de aprobar cuentas de negociación corporativas. El 16 de enero, Corea del Sur aplicó medidas contra la manipulación del mercado en el sector de criptomonedas por primera vez. El 13 de febrero, la FSC anunció que permitiría a las empresas abrir cuentas de negociación de criptomonedas. El 21 de febrero, "Jon Bur Kim", quien fue sospechoso de fraude, fue arrestado nuevamente. El 25 de febrero, Dunamu, el operador de Upbit, enfrentó sanciones debido a problemas de cumplimiento de KYC. El 5 de marzo, la FSC comenzó a revisar las vías legales para un ETF de Bitcoin. El 21 de marzo, la Unidad de Inteligencia Financiera (FIU) comenzó a tomar medidas enérgicas contra las bolsas no registradas. El 26 de marzo, se bloquearon las solicitudes de 17 bolsas no registradas. La industria de criptomonedas de Corea del Sur enfrenta regulaciones más estrictas y mayores expectativas por parte del gobierno. A medida que se acercan las elecciones presidenciales en junio, las criptomonedas se han convertido en un punto focal de las preocupaciones de los votantes.