Llámennos como quieran—pero siempre llámenlos Crypto Farmers. La lucha nunca se detiene, las estrategias nos agotan, y las victorias y derrotas duelen mucho. Pero nada de eso se compara con la recompensa: alimentar a nuestros animales y sentir su amor a cambio. Eso es lo que hace que todo valga la pena.