S&P Global ha destacado que la adopción de stablecoins en EE. UU. se está viendo ralentizada debido a la ausencia de marcos regulatorios claros. Esta falta de regulación crea incertidumbre para los inversores y las empresas, obstaculizando el crecimiento y la integración de las stablecoins en el sistema financiero. El informe sugiere que establecer regulaciones integrales podría facilitar una aceptación y uso más amplios de las stablecoins, beneficiando potencialmente a la economía. Además, el aumento en la oferta monetaria se describe como un impuesto oculto sobre los tenedores de moneda, afectando su poder adquisitivo.