Charles Hoskinson, el fundador de Cardano, expresó sus puntos de vista sobre la Operación Chokepoint 2.0, describiéndola como un ataque global a la industria de las criptomonedas que causa daños económicos y psicológicos a largo plazo. Hizo un llamado a la industria para que se una y abogue por una legislación que prohíba tales actividades. Hoskinson señaló que esta operación se extiende más allá de los Estados Unidos, llevando a los bancos a dejar de prestar servicios a entidades de criptomonedas por miedo a perder sus relaciones con los bancos estadounidenses. El CTO de Ripple, David Schwartz, y el Director de Políticas de Coinbase, Faryar Shirzad, también condenaron esta regulación indirecta, enfatizando la necesidad de abordar los problemas a través de medios legales y transparentes.