Story Protocol es una plataforma basada en blockchain diseñada para revolucionar la gestión y monetización de la propiedad intelectual (PI) en la era digital. Al aprovechar la tecnología blockchain, Story Protocol permite a los creadores registrar sus obras (como textos, obras de arte, música e inventos) en la cadena, incorporando derechos, condiciones de licencia y reglas de monetización directamente en contratos inteligentes. Este enfoque automatiza el proceso de licencias, lo que permite a los creadores definir cómo se puede usar, remezclar, licenciar y monetizar su trabajo de manera descentralizada y sin permisos.
Una innovación clave de Story Protocol es la Licencia de Propiedad Intelectual Programable (PIL), que sirve como un marco legal en cadena que automatiza la concesión de licencias y la monetización de activos creativos. Este sistema cierra la brecha entre la cadena de bloques y los sistemas de propiedad intelectual tradicionales, lo que garantiza que la propiedad intelectual tokenizada se pueda aplicar en el mundo real. Además, Story Protocol introduce ERC-6551, un estándar para cuentas vinculadas a tokens que transforma cada token no fungible (NFT) en una cuenta programable y autónoma. Esta mejora permite que los NFT controlen sus propios activos, interactúen con contratos inteligentes y realicen acciones normalmente reservadas a las billeteras de los usuarios, lo que aumenta la funcionalidad y la utilidad de los activos digitales.
En términos de gobernanza y utilidad dentro del ecosistema, Story Protocol ha introducido el token $IP. Este token nativo es esencial para asegurar la red, ya que sirve como token de gas para las interacciones en cadena y permite tomar decisiones de gobernanza. El suministro total de $IP se establece en 1000 millones, con un suministro desbloqueado inicial del 25 %. Una parte de $IP se quema con cada transacción, lo que potencialmente reduce el suministro con el tiempo. El mecanismo de participación garantiza que nadie gane recompensas por participación antes que la comunidad, lo que promueve una participación justa.
Story Protocol es una plataforma basada en blockchain diseñada para revolucionar la gestión y monetización de la propiedad intelectual (PI) en la era digital. Al aprovechar la tecnología blockchain, Story Protocol permite a los creadores registrar sus obras (como textos, obras de arte, música e inventos) en la cadena, incorporando derechos, condiciones de licencia y reglas de monetización directamente en contratos inteligentes. Este enfoque automatiza el proceso de licencias, lo que permite a los creadores definir cómo se puede usar, remezclar, licenciar y monetizar su trabajo de manera descentralizada y sin permisos.
Una innovación clave de Story Protocol es la Licencia de Propiedad Intelectual Programable (PIL), que sirve como un marco legal en cadena que automatiza la concesión de licencias y la monetización de activos creativos. Este sistema cierra la brecha entre la cadena de bloques y los sistemas de propiedad intelectual tradicionales, lo que garantiza que la propiedad intelectual tokenizada se pueda aplicar en el mundo real. Además, Story Protocol introduce ERC-6551, un estándar para cuentas vinculadas a tokens que transforma cada token no fungible (NFT) en una cuenta programable y autónoma. Esta mejora permite que los NFT controlen sus propios activos, interactúen con contratos inteligentes y realicen acciones normalmente reservadas a las billeteras de los usuarios, lo que aumenta la funcionalidad y la utilidad de los activos digitales.
En términos de gobernanza y utilidad dentro del ecosistema, Story Protocol ha introducido el token $IP. Este token nativo es esencial para asegurar la red, ya que sirve como token de gas para las interacciones en cadena y permite tomar decisiones de gobernanza. El suministro total de $IP se establece en 1000 millones, con un suministro desbloqueado inicial del 25 %. Una parte de $IP se quema con cada transacción, lo que potencialmente reduce el suministro con el tiempo. El mecanismo de participación garantiza que nadie gane recompensas por participación antes que la comunidad, lo que promueve una participación justa.